Porque no se tratara sino de subjetivos yoyós y tutús,
a ver si te atrevieses a creer que el dolor no mermara mi felicidad.
Uffff! ¿Sabrías de mí, sin que yo mismo lo sepa?
Lo que sé de ti, aunque nada sea, que sólo sea otro aullido
al nadie que siempre nos escuchase,
ni los gemidos, ni los salmos, ni los plantos.
Tuvieras un nombrecico del que pida me tocara la sombra
e inflamase mi corazón con la llama que creases.
Anda, y que se confundiesen la realidad y
mi memoria del recuerdo que ayer fuera vivo
ojalá me amara el subjuntivo
… y me concediera su melancolérica alma
… y me adormecieran sus tinieblas eróticas
… para el alma que nunca fue alma ni nada